Quedarse sin trabajo puede suponer un revés financiero: ¿Cómo prevenir la situación?
Ninguno de nosotros sabe lo que nos depara el futuro, y hoy en día, el concepto de «trabajo para toda la vida», que nuestros padres o abuelos podían dar por sentado, es cosa del pasado. Benjamín Franklin, un hombre al que nunca le faltaba una frase sonora, nos dijo que las únicas certezas en la vida son la muerte y los impuestos, pero incluso si uno trabaja para una funeraria o para Hacienda, la vida puede deparar algunas sorpresas desagradables en los momentos más inoportunos.
Cada año, miles de estadounidenses se encuentran repentinamente sin trabajo debido a un recorte, una enfermedad o una lesión. La verdad es que puede afectar a cualquiera en cualquier sector y en cualquier momento. Tomando prestada otra de las frases hechas más conocidas de Franklin, si no te preparas, te preparas para fracasar.
En la era moderna, en la que cada vez somos más los autónomos, no existe un cómodo régimen de trabajadores por cuenta ajena al que recurrir, así que, ¿qué precauciones tiene usted para estar preparado para las hondas y flechas de una fortuna escandalosa?
Hable con su banco
Es casi seguro que tiene algunos pagos que salen de su cuenta cada mes, por el alquiler, la hipoteca, los servicios públicos, el seguro y muchas otras cosas. Si de repente te encuentras sin poder generar ingresos, por la razón que sea, el pozo se secará pronto.
Puede parecer una locura desde la cómoda posición de quien no ha pasado por ello, pero es muy tentador meter la cabeza en la arena y dejar que ocurra; es una muy mala idea. Además de arriesgarte a perder tu casa o a que te corten la luz, también tendrá un gran impacto en tu puntuación de crédito, lo que empeorará aún más una situación difícil.
Cuanto antes hables con el banco, más posibilidades habrá de que pueda hacer algo al respecto, como por ejemplo ofrecerte una prórroga en el pago de algunos gastos.
Asegúrese también de recibir asesoramiento independiente. Algunas ofertas que supuestamente son de ayuda pueden terminar siendo nada más que una fuga adicional de sus recursos, en el peor momento posible. El famoso escándalo de los seguros de protección de pagos es un ejemplo de ello, y hoy en día sigue existiendo la posibilidad de presentar una reclamación por PPI si cree que puede haber sido víctima.
Compensación a los trabajadores
Si tiene un empleo y sufre una lesión o enfermedad en el curso de su trabajo, tiene derecho a reclamar una indemnización por accidente laboral. Esencialmente, esto proporciona la sustitución del salario y cubre el coste de la atención médica, pero hay un par de puntos que debes tener en cuenta si sigues este camino:
- La presentación de una reclamación de indemnización por accidente de trabajo suele implicar la renuncia obligatoria a su derecho a presentar una reclamación por negligencia contra su empleador. Por lo tanto, antes de proceder, debe reflexionar cuidadosamente sobre las circunstancias que dieron lugar a la lesión o enfermedad, y debe contar con asesoramiento jurídico independiente.
- Si usted es un empresario individual o un autónomo, se le considera legalmente como trabajador por cuenta propia, lo que significa que no está cubierto automáticamente por la compensación de los trabajadores, incluso si el problema surgió como resultado de las acciones u omisiones de una empresa para la que estaba prestando servicios. En este caso, es fundamental que hables con tu asesor jurídico, ya que hay numerosas ocasiones en las que la frontera entre empleados y contratistas independientes puede ser difusa.
Como empresario autónomo, puedes contratar tu propia póliza de accidentes de trabajo. Busque la mejor oferta. Muchos de los grandes fondos sólo están interesados en cubrir a las grandes empresas, por lo que es mejor que hables con un corredor local independiente.
Prepárate
Una enfermedad, una lesión o cualquier otro acontecimiento que impida nuestra capacidad de ganar dinero es algo que puede ocurrirnos a cualquiera de nosotros. Nunca es algo fácil de atravesar, pero se vuelve doblemente difícil si además se tiene el estrés de no saber a dónde acudir o qué opciones hay disponibles.
Merece la pena dedicar una tarde a conocer lo que hay disponible para ti y asegurarte de que tienes claro qué hacer y dónde acudir, por si acaso ocurre lo peor. Al fin y al cabo, Benjamin Franklin es uno de los hombres más citados de la historia de Estados Unidos, y sin duda sabía de lo que hablaba.