¡No sea un perdedor de tiempo! Cómo utilizar la tecnología para dejar de procrastinar
Si te encuentras con que pasas mucho tiempo en el trabajo pero no consigues nada, es hora de admitir que probablemente seas un procrastinador. No hay nada de qué avergonzarse: aproximadamente el 5% de la población sufre de procrastinación crónica. Sin embargo, si quieres conservar tu trabajo, tienes que dejar de ignorar constantemente tu agenda.
Lee los consejos que te damos a continuación y vuelve a darnos las gracias más tarde en los comentarios.
Adoptar una visión objetiva
¿Recuerdas al mono de la gratificación instantánea? Todo su propósito es ceder a tus deseos egoístas. Para solucionar este problema, debes eliminar la parte del «yo» de la ecuación. El uso de la tecnología hace esto al darte una visión objetiva de tu rendimiento.
Puede ser difícil analizarse a sí mismo sin ayuda externa, por eso es tan importante el yo oculto del famoso modelo de la Ventana de Johari. Sin embargo, la solución de la Ventana de Johari tiene un gran defecto: no nos gusta recibir críticas de otras personas. La tecnología actúa como una herramienta neutral que muestra la verdad absoluta sin ninguna emoción o sesgo personal. Puede que no te gusten los resultados de tu último informe de productividad, pero no puedes negar que no es preciso ni llegar a la conclusión de que tu aplicación de gestión del tiempo tiene una vendetta contra ti.
Comunique a los demás su disponibilidad
Tal vez esto se deba menos a su incapacidad para hacer las cosas y más a que otras personas interrumpen constantemente su flujo de trabajo. Solucionar esto puede ser tan sencillo como cambiar a un servicio de contestador automático para empresas, que te permite programar tus llamadas mediante una aplicación compartida.
Sentirse en tensión todo el tiempo mientras esperas las llamadas y los mensajes entrantes puede ser realmente desagradable a la hora de iniciar cualquier tarea que requiera concentración. Pero si bloqueas eficazmente los periodos de tiempo en los que has comunicado a tus compañeros de trabajo que no quieres que te molesten, podrás ponerte manos a la obra con cero interrupciones.
Obtenga ayuda de un soporte visual
El software de seguimiento del tiempo está diseñado para producir informes visuales sobre su comportamiento y hábitos en el lugar de trabajo sin que tenga que dedicar tiempo a crear gráficos usted mismo. Es posible que ya tengas una idea aproximada de cuánto tiempo pasas en reuniones o cuánto estás tachando de tu lista de tareas, pero para que estos datos queden bien claros, necesitarás observar un conjunto de estadísticas sólidas para evaluar en qué inviertes mejor tu tiempo y cómo puedes cambiar tu rutina para acelerar las cosas.
A diferencia de las tablas o los montones de datos estadísticos, los gráficos interactúan con nuestro sistema visual, lo que hace que la información sea más fácil de consumir y sacar conclusiones. Desde este punto de vista, merece la pena tener una aplicación de seguimiento del tiempo que se ejecute en segundo plano en el escritorio para poder evaluar periódicamente la eficacia del trabajo.
Automatice cuando pueda
Si realmente no le apetece completar todo el trabajo que se le ha asignado, gracias a la automatización, no pasa nada. Para la mayoría de los procesos de trabajo mundanos, ahora hay formas de generar una respuesta sin que tengas que hacer ninguna actividad. Por ejemplo, si los correos electrónicos te ponen de los nervios y te quitan demasiado tiempo por la mañana, puedes organizar tu bandeja de entrada mientras duermes utilizando los filtros de Gmail.
Esto significa que puede archivar, eliminar y responder a mensajes genéricos sin dedicar ningún tiempo a la tarea. Ningún trabajo humano estaría completo sin esfuerzo por nuestra parte, pero su carga de trabajo puede minimizarse utilizando técnicas de automatización. Aunque técnicamente estés procrastinando, no te sentirás tan culpable cuando te entregues al mono de la gratificación instantánea.
Conclusión:
Procrastinar siempre parece la opción más fácil, pero en realidad no es bueno para nosotros a largo plazo. La elección de ignorar nuestras prioridades más urgentes está impulsada por un deseo a corto plazo de posponer las cosas.
Tómese unos minutos para escuchar su discurso y quizá comprenda mejor las razones por las que usted, sus empleados o sus compañeros de trabajo se empeñan en procrastinar: