¿En qué tipo de startups deberías invertir?
Con la explosión de las startups tecnológicas en los años 90, invertir en ellas ha sido un tema candente. Desde el optimismo inicial que condujo a la burbuja de las «puntocom» hasta la caída del mercado en el año 2000, que casi acabó con el mercado de las startups de Internet, y finalmente, con cautela, la aparición de incubadoras y eventos de inversión de gran ángulo que han impulsado el crecimiento de las startups durante las últimas dos décadas. Esto no es sorprendente en absoluto si se tiene en cuenta que el ROI (retorno de la inversión) sólo es posible si se invierte en startups – a veces, sólo invirtiendo 10K en la startup adecuada se pueden conseguir de 10 a 100 millones de dólares en diez años.
Pero, aunque las posibilidades de obtener ganancias extremas son altas, las posibilidades de sufrir pérdidas también lo son: casi el 50% de las empresas fracasan en los tres primeros años, y la startup en la que inviertas podría ser una de ellas. Por eso, si estás pensando en invertir en startups, es extremadamente importante saber cómo evaluar la calidad de una startup y los riesgos asociados a ella.
Este artículo le ayudará a examinar algunos factores e indicadores que contribuyen al éxito de una empresa emergente, cómo reconocerlos y qué importancia tienen para su estrategia de inversión.
¿Quién es el empresario?
La primera pregunta que debes responderte es quién es el emprendedor o emprendedoras responsables de la startup, ya que son ellos los que gestionan todo el proyecto y sobre ellos recae el éxito y la tasa de retorno del mismo.
Hay algunas características que hay que buscar en los empresarios que pueden predecir su éxito:
1. ¿Cuántos emprendedores trabajan en la startup?
Que esto sea un indicador del éxito de la startup puede resultar bastante sorprendente, pero un estudio tras otro lo confirma: el mejor número de emprendedores que trabajan en una startup es entre 2 y 3. Trabajar en una startup es extremadamente agotador, y la media de la semana laboral es de unas ochenta horas, si no más. La mitad de las personas que crean una empresa sufren ansiedad o depresión en algún momento de su viaje de la pobreza a la riqueza.
Por eso, trabajar solo en una startup es extremadamente difícil y roza lo inviable: es necesario un equipo de dos o tres personas que se ayuden y animen mutuamente a dar lo mejor de sí en el negocio. Por eso los emprendedores en solitario tienen los mayores índices de fracaso.
Lo mismo ocurre con un gran número de emprendedores que trabajan en una startup. Debido a la dificultad y a las largas horas de trabajo, existe un gran potencial de fracaso y de errores. Tendrán dificultades para asignar tareas y dirigir la startup hacia el éxito y, finalmente, decidirán disolverse. Por eso, las posibilidades de fracaso vuelven a aumentar después de que tres emprendedores trabajen en un proyecto.
2. ¿Cuáles son las credenciales de los empresarios?
Las ideas originales y geniales no son una receta para el éxito, y si observamos las empresas más grandes de hoy en día, nos daremos cuenta de que las mayores historias de éxito no eran necesariamente las más innovadoras, sino que estaban dirigidas por los mejores. Dicho esto, hay que tener en cuenta esto:
- Asegúrate de que los emprendedores tienen una amplia experiencia en el sector al que pertenece su startup, y que uno de ellos, preferiblemente, ha trabajado en un puesto directivo en una gran empresa relacionada con él.
- Gestionar y hacer despegar una empresa es una habilidad que se puede aprender, y por eso los empresarios que han tenido éxito antes tienen el doble de probabilidades de triunfar en comparación con el público en general. Por eso hay que fijarse en cuántos negocios han montado antes y qué éxito tuvieron.
- ¿Cómo se complementan las credenciales de los empresarios? Que todos tengan títulos y experiencias similares no es realmente valioso para usted, y debe buscar empresarios que tengan habilidades compatibles y complementarias.
¿Ve usted la utilidad de la startup dentro de 5 años?
Aunque una idea pueda parecer buena en este momento, hay que tener en cuenta que las startups necesitan bastante tiempo para despegar, y no hay que ser miope al respecto. Por eso escucha atentamente su discurso e intenta determinar cómo se moverán las fuerzas del mercado en los próximos cinco años y cómo afectarán a la startup.
Por ejemplo, si existe la empresa perfecta que proporciona mucho valor a los conductores de camiones, hay que tener en cuenta que el trabajo podría automatizarse de todos modos en los próximos dos años, haciendo que la empresa sea redundante. Cada sector tiene diferentes tendencias y partes que se ven amenazadas por la automatización, y por eso hay que leerlo todo y asegurarse de estar bien informado antes de invertir.
Conclusión
Invertir en startups es emocionante y atractivo, y existe la posibilidad de que la empresa en la que inviertas se convierta en el próximo Google y te proporcione un rendimiento diez veces mayor o cien veces mayor, pero eso no está exento de riesgos, y existe una enorme posibilidad de que la startup fracase. Por eso hay que ser muy exigente con la empresa en la que se invierte.